Escribo esto no porque las palabras de Echeverría me lastimen hace muchos años estoy curada de eso, sino porque considero injusto que un trabajo fruto de la generosidad y el amor se use como carne de cañón del machismo, otra vez.
Ciudad de México, 20 de marzo (MaremotoM).- Hace unos semanas, el escritor Adán Echeverría escribió una crítica con un sesgo bastante limitado y machista en torno a la primera edición de Novísimas. Reunión de poetas mexicanas (1989-1999).
No me cayó de sorpresa, el sistema patriarcal siempre pide a las mujeres cualquier explicación sobre sus esfuerzos por visibilizarse y reclamar espacios en cualquier ramo de la sociedad.
El texto de Echeverría acusaba a su servidora de no tener método a la hora de reunir a todas las poetas mexicanas que pertenecen a esta primera reunión, como si este esfuerzo conjunto con Los libros del perro se tratase de un ensayo académico para legitimizar a las poetas emergentes.
Otro de los señalamientos fue incluir a Melissa del Mar cuyo país de nacimiento es España pero su residencia y formación como escritora ha sido siempre en el territorio nacional. Dicho de otra manera y retomando las palabras celebres de Chavela Vargas: “¡Las mexicanas nacemos donde nos da la rechingada gana!”.

Lo cierto es, que durante las charlas y presentaciones de Novísimas, la reflexión conjunta a la que se llegó fue que por cuestiones de tiempo y espacio esa primera edición resultaba insuficiente todavía y habría que seguir haciendo el ejercicio editorial para incluir a las que son y a las que vienen.
Aquellas reflexiones me han acompañado todos estos meses hasta el día de hoy en el que Los libros del perro y yo decidimos abrir espacio a través de una convocatoria para todas aquellas novísimas poetas que deseen participar con nosotros. En este dialogo abierto.
No obstante, haciendo uso de mi legitimo derecho de no ser molestada en los espacios virtuales que ocupo a través de mis cuentas personales y las cuentas de la editorial, que administro personalmente, decidí bloquear a Echeverría en cuyas reflexiones machistas y patriarcales no nos reconocemos y decidimos no caer en un diálogo abierto con una persona que lejos de aportar solo busca colgarse de un trabajo que no le pertenece y provocar todavía más violencia de la que ya estamos sometidas día a día, al usar mis fotos para hablar de la antología, solo por poner un ejemplo.
Caso contrario, Echeverría entiendo esto como una provocación y se adjudica la convocatoria como una victoria personal y sigue realizando declaraciones que desprestigian y tergiversan ya no solamente el trabajo personal sino el de todas y todos los que somos parte de Los libros del perro, rayando en el acoso y en la burla.
Dejo estas reflexiones al ojo público de quien lea a manera de denuncia y derecho a replica porque siempre he creído en las palabras como defensa, a todas esas veces en las que el patriarcado ha querido silenciar la voz de una mujer o de varías, en este caso escribo esto no porque las palabras de Echeverría me lastimen hace muchos años estoy curada de eso, sino porque considero injusto que un trabajo fruto de la generosidad y el amor se use como carne de cañón del machismo, otra vez.