Los consejos del doctor Gatell: Quédate en casa. La reacción frente al sismo: Vete ya mismo de tu casa.
Ciudad de Mexico, 24 de junio (MaremotoM).- Siempre me reía a causa de que una de mis mejores amigas lloraba. Contaba que cuando llegaba un sismo ella se ponía a llorar y no sabía para dónde correr.
Ayer fue un día terrible. No solo por el sismo que se dio a las 10:30 horas, sino por mi reacción, algo que me tuvo –como dice Rosa Martha Pontón- en un silencio paralizante durante unas cuantas horas.
Mayte querida, ahora te entiendo. Después de 20 años de estar acá, de haber pasado incluso el terremoto de 2017, ayer reaccioné en pánico y no sabía para dónde correr.
Estaba concentrada frente a la computadora y no escuché la alerta sísmica. Así que corrí cuando mi lámpara comenzó a moverse. Traté de ir de inmediato a la puerta de calle, para lo cual tenía que cruzar una escalera, llegar al portón, abrir con dos llaves y luego ponerme lejos de los árboles, del transformador, lejos del sismo.
En lugar de quedarme quieta, como sé que hay que quedarse, buscar una puerta y esperar que pase el temblor, todo el día traté de pensar por qué reaccioné así.
Una amiga me dice que le pareció que iba a tener un infarto. ¿Habrá sido así el terremoto, impropio para nuestro cuerpo, difícil para aceptarlo? ¿Estamos todos hipersensibles por el confinamiento?
Los consejos del doctor Gatell: Quédate en casa. La reacción frente al sismo: Vete ya mismo de tu casa.
En el medio una tormenta y un frente frío que nos tiene a todos perdidos frente al verano.
Los correos de publicidad: Disfruta ya una playa.
¿Qué playa?
¿Aquí en México?
¿No vendrá un tsunami?
¿Con qué dinero?
Es eso: estamos frente a una pregunta y no hay ya una respuesta posible.
Destinados a sobrevivir: eso somos.