“Como si fuera “El caballo en movimiento” de Eadweard J. Muybridge, precursor del cinematógrafo, en la sucesión de fotografías de un caballo con jinete a galope, este libro dialoga con estas apariciones que diferentes artistas colocaron, quizá sin darse cuenta, con pluma y pincel. Aguilar, así, toma al centauro de los géneros literarios (otro caballo con torso humano) y trota a su lado para recorrer paisajes de la cultura hispanoamericana que, por instantes ambos, suspendidos, dejan de tocar el suelo”, dice Verónica G.Arredondo en la contraportada.
Ciudad de México, 16 de enero (MaremotoM).- Los libros de ensayo no son fáciles de encontrar, aunque en los últimos años se han reproducido a la luz de estudiosos de la literatura. Esos son los que nos gustan más. Son, efectivamente, la continuación de algo que uno empieza a vislumbrar en los trabajos de periodismo cultural y piensa que si tuviera tiempo haría libros de ensayo todos los meses.
Pero no es sólo la continuación y la perseverancia, sino también ese hecho de reflexión alrededor de un elemento por donde todos piensan, pero nadie llega al esbozo final, a ese tramo en donde por ejemplo, Gestos del centauro (Ediciones Periféricas/ ITAC, 2021), traza un recorrido literario y pictórico a lo largo del continente americano, entre los siglos XIX, XX y XXI.
Lo ha escrito Marcos Daniel Aguilar, que ya ha escrito un primer libro maravilloso Un informante en el olvido: Alfonso Reyes, a quien considera de una enorme vigencia y ahora lo vuelve a tratar en este libro, donde centra la atención del lector en la figura del caballo, representado en diversas novelas, poemarios, cuadros a “caballete”, murales y viñetas. Identifica la presencia equina -y a sus jinetes, cual centauros americanos-, que atraviesa, espectrales, ante mirada, y es que antes de que éste desaparezca, Marcos Daniel lo analiza y repasa con él aspectos estéticos e históricos en la obra de artistas como Jorge Luis Borges, Ricardo Güiraldes y Saint-John Perse; Julio Ruelas, Ernesto Icaza y Raúl Anguiano, entre otros.
“Como si fuera “El caballo en movimiento” de Eadweard J. Muybridge, precursor del cinematógrafo, en la sucesión de fotografías de un caballo con jinete a galope, este libro dialoga con estas apariciones que diferentes artistas colocaron, quizá sin darse cuenta, con pluma y pincel. Aguilar, así, toma al centauro de los géneros literarios (otro caballo con torso humano) y trota a su lado para recorrer paisajes de la cultura hispanoamericana que, por instantes ambos, suspendidos, dejan de tocar el suelo”, dice Verónica G.Arredondo en la contraportada.
ENTREVISTA EN VIDEO A MARCOS DANIEL AGUILAR
“El ensayo no es un género sencillo, pero a la vez es un género muy divertido. No es sencillo porque yo siempre he tenido la idea de que el ensayista debe encontrar un tema de interés. No sólo para él, sino también para el lector”, dice Marcos Daniel Aguilar.
“Yo no quería hacerlo de manera convencional, quería encontrar otro punto, que sea diferente y que sea curioso. Encontré en el caballo, en el centauro, que ha rondado a la historia de nuestras naciones y de nuestra cultura. Desde la Conquista hasta nuestros días”, agrega.
“Jorge Luis Borges y Alfonso Reyes, no sólo se conocieron, sino que también se escribieron cartas, fueron dos figuras centrales del siglo XX para nuestra cultura latinoamericana. Ellos crearon el mundo a través del lenguaje. Conversaron sobre los seres que se crearon en la mitología tanto griega como romana. También hablaron de los bestiarios medievales”, expresa.
Nacido en 1982, Marcos estudió comunicación política en la UNAM. En 2004 fundó Palestra, revista literaria. Fue asistente de investigación en El Colegio de México (Colmex), dónde formó parte del equipo que realizo el Catálogo del archivo de Antonio Martínez Báez, editado por el Colmex y la UNAM.
Fue guionista de noticias del Instituto Mexicano de la Radio (Imer). Fue reportero del noticiario televisivo noticias 22 de Canal 22 de México y editor en jefe de la Agencia de Información Cultural N22.
Analiza también el Gestos del Centauro el Martín Fierro, donde ve al caballo como una “utopía”.
“Ese es un tema que me apasiona mucho, pues me gusta ver la Conquista de América, de México, como la tomó Edmundo O’Gorman, como la creación de un nuevo mundo. Somos ese ideal de crear sociedades mejores. Somos la idea de crear una sociedad occidental con mejores valores. Esta es una idea que los escritores hispanoamericanos la van a retomar, tanto en el siglo XIX como en el siglo XX. La utopía es América”, dice Aguilar.
“Son sociedades más justas, escritas por aquellos que quieren escribir su propia historia”, afirma.
