Laura Tirado

ENTREVISTA | Laura Tirado: las fotografías que embellecen el mundo

Autora de A los cuatro vientos, Hablé con ellos, Veracruz y Caras Vemos, Tirado desborda optimismo y buena fe en imágenes que nos reconcilian con aquello que decía el poeta Paul Eluard: “Hay otros mundos, pero están en este”.

Ciudad de México, 18 de enero (MaremotoM).- Apasionada por los viajes, aficionada a la literatura y a la fotografía, Laura Tirado Cabal presenta su quinto libro, Viajera, una especie de poema para el mundo que de tan hermoso, a veces permanece escondido en la retina acostumbrada a vislumbrar el caos antes que la lluvia.

Se trata de un recorrido por 80 países y una colección de imágenes donde no faltan los rostros bondadosos, las personas en situaciones espontáneas, porque tanto paisaje como vida cotidiana siempre han sido motivación dual de la profesional nacida en Colima, pero que vive en Córdoba, Veracruz, desde hace muchos años.

Laura Tirado
Laura Tirado en Marruecos. Foto: Cortesía Facebook

Autora de A los cuatro vientos, Hablé con ellos, Veracruz y Caras Vemos, Tirado desborda optimismo y buena fe en imágenes que nos reconcilian con aquello que decía el poeta Paul Eluard: “Hay otros mundos, pero están en este”.

Para Laura, la pasión por los viajes y por las fotografías nacieron al mismo tiempo y una alimenta a la otra.

“A veces me interesa sacar fotografías en algún lugar específico y entonces me acerco a él, como cuando en enero pasado fui especialmente a Alaska para observar la aurora boreal. Otras, en mis viajes capturo imágenes que encuentro a mi paso y de las dos hay en mi reciente libro”, cuenta Laura en entrevista con MaremotoM.

Laura Tirado
El libro Viajera. Foto: Cortesía

“La geografía, el paisaje, son interesantes, pero siempre busco el equilibrio a través del retrato de las personas que habitan el lugar que fotografío, porque ellas le dan sentido y sustancia a ese sitio que por principio de la naturaleza ya es hermoso de por sí”, explica la fotógrafa y periodista.

“Me fascinan el paisaje, la luz, los elementos naturales, pero el retrato de personas es algo que te enriquece espiritualmente. Aprendes a absorber la esencia de mundos distantes y distintos que intentas reflejar lo mejor posible en una imagen”, dice Laura, quien hace dos años dio a conocer su libro Caras vemos, sólo de retratos.

“Ir al mercado de Oaxaca, por ejemplo y retratar a una persona en su puesto, te dice mucho o casi todo de Oaxaca. Estás en el desierto y ves a un nómade montado en su camello y entiendes cabalmente el lugar en el que estás”, agrega.

Laura Tirado
Yunan, China. Foto. Cortesía

“Sé que a menudo se habla de lo feo que es el mundo y creo que las cosas feas las vemos todos los días en las noticias y en la vida cotidiana, sobre todo en México, entonces ¿por qué no hacer un libro que te saque un poco de esa dura realidad y te enseñe a disfrutar lo hermoso que todavía hay a nuestro alrededor?, explica.

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“El trayecto es importante, el viaje es un viaje siempre de aprendizaje. Me gusta mucho apegarme al dicho de “al país que fueres, haz lo que vieres”. Me adapto a las costumbres y a menudo me sorprende la calidez de personas que en principio consideras o ves totalmente diferentes a ti”, reflexiona.

“La historia también es una guía. Los libros que leíste en la escuela de pronto se despliegan frente a tus ojos y ni hablar de lo que conoces de geografía. Puedes ver un mapa sin nombres y reconocer un lugar a la primera”, agrega.

Para esta viajera incansable, lo más importante ha sido descubrir en sus periplos el hecho contundente de “que a pesar de que la gente mala existe, la cantidad de gente buena es mucho mayor”.

Laura Tirado está consciente de que su trabajo no es complejo como pudiera ser tomar fotos en un campo de guerra, no obstante lo cual admite que llevar a cabo sus propósitos exige mucha dedicación y concentración.

Laura Tirado
Vietnam. Foto: Cortesía

En busca de la luz ideal, la foto requiere paciencia y cuidado, levantarse a horas impropias, perseguir una idea que puede nacer antes en su cabeza y que luego lleva tiempo plasmar en su lente.

Hace poco dejó la fotografía analógica y no encontró dificultad para adaptarse al medio digital, pues el mecanismo no hace a la tarea. “Disfruto siempre mucho mi trabajo”, dice la autora conmovida por su experiencia reciente en el avistamiento de la aurora boreal, “una danza fantástica que va del verde al lila y que te sorprende como una maravilla”, cuenta.

“Siempre me van a faltar cosas que retratar y cada libro es para mí la posibilidad de pulir mi estilo, de mejorar. Miro los anteriores y pienso: -Uy, esto no. Este trabajo siempre es de autocrítica, más que de críticas, a las que leo y hago caso cuando dicen algo interesante”, precisa.

“Para mí el mejor lugar del mundo es en el que estoy en tiempo presente, no tengo favoritos. Todos los lugares del mundo son los mejores en el momento en el que lo visitas”, concluye.

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