Pura López Colomé fue la mentora del FONCA de Ingrid Valencia. “Es muy solitaria la búsqueda de la poesía, pero estamos antecedidos por milenios y nos hermanan los maestros”, expresa.
Ciudad de México, 18 de enero (MaremotoM).- La indeterminación y la simultaneidad conforman la clave de este poemario editado por Dharma Books. Dice, precisamente, la enorme poeta Pura López Colomé, que esta es una “travesía al interior, donde la palabra explora, para luego llevar sus hallazgos al exterior; música de ida y vuelta, fin cifrado en un principio. Todo esto, multiplicado entre espacios y poemas, conforma la esfera armilar propuesta por Ingrid Valencia, quien ha construido algo semejante a este antiguo instrumento astronómico, una especie de modelo del cosmos desde la perspectiva terrestre en miniatura”.

La autora se llama Ingrid Valencia, quien dice que “este libro es una especie de homenaje a mis maestros de la escritura. Hay una búsqueda de la simultaneidad y para ello tuve que tropezar varias veces sobre cuál era la forma adecuada. Quise ser muy honesta para ver de qué manera podría representar la simultaneidad”,
Precisamente, una de las obsesiones de la autora es el contrapunto, desde la escritura de columnas literarias hasta la puesta en escena de una noción del contrapunto musical en la poesía. “Esta primera entrega da a sus lectores una pauta para edificar o demoler sobre ella los ritmos de la posibilidad, de lo no lineal y, de formas espacialmente enrarecidas, lo simultáneo”, dice la editorial.
La simultaneidad abre también el espacio para otros significados, en ellos poemas en francés o palabras dadas vuelta.
“Aprender idiomas ha sido uno de mis pasatiempos y de mis obligaciones. Es algo que me gusta y que al mismo tiempo tengo responsabilidad de entender otros lenguajes, para poder debatir mis propias percepciones de la realidad. Hay poemas en tzotzil”, advierte.

“Uno de mis maestros es José Ángel Valente. Hablaba de la poesía como una indeterminación infinita y esa claridad tan abrumadora me ha llevado a descubrir que nada está fijo. Cuando uno escribe es difícil poder transmitir esa indeterminación, ese no hacer sentencia, abrir las posibilidades del lenguaje. La poesía le da vida a eso que no sabemos nombrar, pero que existe”, afirma.
Pura López Colomé fue la mentora del FONCA de Ingrid Valencia. “Es muy solitaria la búsqueda de la poesía, pero estamos antecedidos por milenios y nos hermanan los maestros”, expresa.
“No pudo haber mejor fortuna que haber trabajado con ella estos poemas. Es una poeta muy interesada en la relación de la poesía con la música. Ha pasado lo mejor con mi libro, entre ellos que salga con Dharma Books, que son tan profesionales”, afirma.