El hijo del Capitán Trueno | La autobiografía de Miguel Bosé
Yo no sé lo que le pasa a Miguel Bosé. Poco me importa. No hice ningún mecanismo destinado a conseguir una entrevista (bueno, ya no hago ninguna gestión. A mi edad, ya entrevisté a todos los que quería y sigo entrevistando a los que quiero), pero la verdad es que lo que hay que leer es el libro. ¿Qué me va a decir Miguel si ya lo dijo todo en El hijo del Capitán Trueno (Planeta)?
Ciudad de México, 20 de noviembre (MaremotoM).- Yo no sé lo que le pasa a Miguel Bosé. Poco me importa. No hice ningún mecanismo destinado a conseguir una entrevista (bueno, ya no hago ninguna gestión. A mi edad, ya entrevisté a todos los que quería y sigo entrevistando a los que quiero), pero la verdad es que lo que hay que leer es el libro. ¿Qué me va a decir Miguel si ya lo dijo todo en El hijo del Capitán Trueno (Planeta)?
Cuesta mucho dar entrevistas después de haber escrito un libro. Sobre todo, si el periodista te pregunta si lo escribiste tú o un ghost writer. Claro, si te llamas Miguel Bosé y estás decayendo de esa imagen angelical que te hacía ver como el dueño de toda juventud, mucho más.
Javier Poza ha dicho que al artista se le ha apagado el brillo y ha sufrido insultos y juicios descalificativos sobre su trabajo de parte de un cantante profundamente iracundo.
Lo de Poza es una más de todo lo que han sufrido tanto periodistas españoles como los de acá. ¿Qué hay que hacer? No entrevistarlo. Y punto. Hay muchísimos artistas iracundos, desde Emanuel que siempre quiere verse joven, desde Mijares, desde Lupita D’Alessio hasta Chavela Vargas, que si le preguntabas algo que no le gustaba te ponía en ridículo frente a todos.
Vamos a decir la verdad. Son muchísimos los artistas que “nos han hecho el feo” en las notas y nos guardamos nuestros errores garrafales que siempre también han colaborado para la mala experiencia.

Ahora bien. ¿Al público le interesa ver a Miguel Bosé decayendo y entrando en su ira proverbial? El otro día leí que al artista le está yendo mal todo. Que no tiene voz, que está separado de su marido y lucha por no juntar a los hijos, que debe impuestos y etcétera. Así que si al cantante la vida le está yendo de la patada, vienes tú con tu nota y empujas la patada un poquito más. Mmm, una función periodística que abomino.
Lo cierto es que está El hijo del Capitán Trueno, con el que Miguel Bosé debe de haber ganado unos cuantos pesos antes de publicarlo y ahora está dispuesto no sólo a devolver el dinero a la editorial vendiendo muchos libros, sino que también es la voz que habla por él en un texto (con ghost writer o no) donde el artista es muy sincero.
El libro está centrado en esos padres terribles que tuvo y cómo –tomando en cuenta la teoría freudiana de que sólo tenemos identidad a través de los padres- salió este hijo dispuesto a todo a lograr sus sueños.
Con diálogos, con lo que significa haberse casado con un torero o con alguien de la raza gitana (algo que pudimos ver hace unas semanas con Antonio Carmona, donde su mujer Mario Orellana ha sido la que ha vencido luego de estar muchos años ignorada, humillada y despreciada) y con una gran honestidad, Miguel cuenta el romance y desrromance que ha vivido Lucía Bosé y Luis Miguel Dominguín, poniendo a toda su familia al frente.
El libro funciona como una gran e iracunda venganza, como si fuera una nota chismosa de esos periodistas que lo siguen a todos lados y es muy digno de leerse.
En esta industria que “todo lo tritura, que todo lo engulle”, Miguel Bosé dixit, ha realizado un gran libro y esa es la noticia.