La belleza física

Los comentarios sobre la apariencia

Porque no salí de casa con un vestido o short sin llorar antes como hasta los 20, porque cuando niña quería cubrirme todo el rato en la alberca y sentía profunda vergüenza ante mis amigos, porque me hicieron creer que iba a ser una mujer por nadie deseada, porque eventualmente personas asocian mi cuerpo -mi persona- con debilidad y enfermedad.

Por Paoo Chiapas

Ciudad de México, 30 de noviembre (MaremotoM).- Siempre me dicen: Ay, estás bien flaca

¿No comes, o qué, o por qué estás ‘así’?

¿Bajaste más de peso?”

Es que comes bien poquito

Desde que era niña me han traído con una cantaleta juzgona, inoportuna, no solicitada ni consentida.

La broma no faltaba ¡y de la propia amiga! El tío, la maestra, el compa del trabajo, la prima, el morro molestoso del salón.

El comentario les parece parece divertido y, por alguna razón, necesario. Porque es común, porque creen que su juicio es inocente, orientador.

La belleza física
Pero es violento. Es tremendamente violento. Foto: Cortesía

Pero es violento. Es tremendamente violento.

Porque no salí de casa con un vestido o short sin llorar antes como hasta los 20, porque cuando niña quería cubrirme todo el rato en la alberca y sentía profunda vergüenza ante mis amigos, porque me hicieron creer que iba a ser una mujer por nadie deseada, porque eventualmente personas asocian mi cuerpo -mi persona- con debilidad y enfermedad.

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Porque hay mujeres que apagan la luz cuando tienen relaciones y ven afectada su salud sexual; porque las personas desarrollan/mos episodios de ansiedad, depresión u otras condiciones mentales que nos hacen vivir discapacidad psicosocial; porque una autoestima rota es el escenario perfecto para que un macho violente sistemáticamente a una mujer; porque muchas desarrollan transtornos alimentarios; porque sus juicios, en apariencia inofensivos, son el policía del control de los cuerpos y eso enriquece, por ejemplo, a la mal llamada industria de la belleza y la basura de la moda (con todo lo que implica), perpetúa la discriminación a personas por su apariencia, cosifica nuestros cuerpos.

Su comentario no solicitado alimenta la opresión sistémica. Sí.

Como leí una vez por ahí, creo que debemos comprender que el cuerpo no es nuestro: que somos nuestro cuerpo y partir de ahí para reconocer y cuidar de nosotras y de los otros.

Por mi parte, prometo no hacer comentarios no solicitados sobre la apariencia de las demás y agradeceré que nunca más me molesten.

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