Carlos Reygadas y otros cuatro reconocidos cineastas fueron invitados a crear instalaciones artísticas tridimensionales para la exhibición “¡Viva el cine!”, con motivo del 75 aniversario del Museo de Cine Eye de Amsterdam y los 50 años del Festival Internacional de Cine de Rotterdam (IFFR), que tiene lugar en los Países Bajos de junio a septiembre de 2021.
Ciudad de México, 25 de junio (MaremotoM).- El museo invitó a cinco grandes cineastas a realizar una nueva obra para explorar “el espacio tridimensional de la galería en lugar de la pantalla de cine bidimensional”, como celebración de ambos aniversarios y del “cine como forma de arte”.
“Para algunos de ellos, era la primera vez en crear una instalación cinematográfica que explore los límites de su trabajo y del arte del cine en general”, afirman los organizadores.
Los cineastas convocados por el museo de cine (Eye Filmmuseum) fueron: Jia Zhang-ke (China), Leopold Emmen (Nanouk Leopold y Daan Emmen, Países Bajos), Martel (Salta, Argentina), Lemohang Jeremiah Mosese (Lesotho) y Carlos Reygadas (México).

Martel, directora de Zama (2017), La ciénaga (2000), La niña santa (2004) y La mujer sin cabeza (2008), realizó para este proyecto “El pasaje”. Se trata de una obra envolvente desde lo visual y lo sonoro, tiene formas que se acercan y se alejan, la penumbra que enmarca, y preguntas susurradas en la lengua de los pueblos originarios que habitan cerca de la frontera con Bolivia (qom, quechua, aymara, wichi y guaraní); pueblos con su existencia amenazada por el hambre y la violencia, y cuyo entorno vital ha sido diezmado desde la llegada del hombre blanco al continente.
En la instalación, la directora argentina “hace revivir los fantasmas del pasado de forma acústica, y en tres pantallas”, que, como “espejos mágicos hacen visible no sólo al espectador, sino también a figuras de sombra invisibles”: imágenes infrarrojas y de calor que “evocan asociaciones con la tecnología militar utilizada por los francotiradores para identificar a los enemigos en territorio desconocido”.
“¿Cuál es la diferencia entre estos fantasmas, estas figuras espectrales hechas visibles por el calor, y nuestro propio reflejo en el espejo (pantalla)? Cuando los fantasmas del pasado cobran vida, uno tiene la sensación de ser una imagen fantasma, atrapada en lo más profundo de una cámara, rodeada de ecos”, agregan.
Por otro lado, la mirada desde Asia está con Jia Zhang-ke quién realizó “Close-Up” un trabajo basado en la presencia de cámaras de vigilancia y el individuo inserto en el medio social; y por Europa Leopold Emmen con “Filmwork for Eye: 5 Scenes at a Walking Pace” crearon una experiencia cinematográfica, física y espacial, con la luz y el sonido, que expande las fronteras del lenguaje cinematográfico.
En cambio, Mosese -que pertenece a una generación de realizadores africanos que cuestiona los estereotipos del cine del continente-, en “Bodies of Negroes. I Will Sculpture God, Grim and Benevolent” muestra los cuerpos negros, reflejados en múltiples pantallas; y Reygadas con “The Eye Machine”, inspirado en un carrete de película o un praxinoscopio -artefacto que da la ilusión de movimiento y antecesor del cine-, invita al visitante a tener su propia visión y la del otro”.
Si bien la exhibición es en la ciudad de Amsterdam, en la plataforma digital se contextualiza e ilumina el trabajo de estos cineastas, trayectorias y los marcos artísticos de referencia y cinco videoensayos trabajados en el marco del IFFR a través del link de la muestra que puede visitar en el link https://www.eyefilm.nl/en/programme/vive-le-cinema/53745.
Carlos Reygadas (Ciudad de México, 1971) hace narrativas intuitivas de impresionante belleza sobre las relaciones humanas y el misterio de la vida. Impulsado por la imaginería visual trascendental de Carl Theodor Dreyer y Andrei Tarkovski, investiga los límites de la existencia humana. Espiritualidad, sexualidad, violencia y naturaleza son temas recurrentes en sus películas a veces provocadoras, a veces controvertidas (Japón, 2002, Stellet licht, 2007 y Nuestro tiempo, 2018). Su instalación en Eye se inspiró en un carrete de película gigantesco y confronta al visitante con su propia visión y la del otro.
Anteriormente ubicado en el centro del pabellón de Vondelpark del siglo XIX, el Museo de Cine Holandés incorporó en el2009 otras tres instituciones de cine y cambió su nombre al “EYE Film Institute” de los Países Bajos. En este mismo tiempo la construcción del nuevo museo comenzó. En abril del año 2012, la Reina inauguró el museo nuevo.
Este museo es de fácil acceso debido a que está situado en el paseo marítimo de Ámsterdam, justo detrás de la estación central. Además, cuenta con un ferry gratuito y está abierto hasta tarde en la noche. El Instituto de Cine se ha convertido en uno de los principales atractivos de la capital holandesa.