Este es uno de los mejores libros del 2021 y en eso tenemos plena coincidencia con el Premio Nacional de Cuento José Alvarado 2020, que le dio el primer lugar.
Ciudad de México, 13 de agosto (MaremotoM).- A veces llega un libro a la Redacción que nos vuela la cabeza. Como este Padres sin hijos (UANL), de Hiram Ruvalcaba (Que no es nada de Eusebio, nuestro recordado escritor), donde la verdad y la destreza literaria se hacen juego para tener siempre atento al lector.
Le digo que me hace acordar a Canción de tumba, de Julián Herbert, aunque aquella es una novela, en el sentido de clavar los dientes en aquellas cosas que no siempre queremos ver y sentir.
Este es uno de los mejores libros del 2021 y en eso tenemos plena coincidencia con el Premio Nacional de Cuento José Alvarado 2020, que le dio el primer lugar.

“¿Qué es un hijo?, parecen preguntarse los progenitores en los relatos de este libro. ¿Cómo debo proceder con él a fin de convertirlo en mi imagen y semejanza? Mientras que los vástagos contemplan a quienes les dieron la existencia oscilando entre la admiración y el repudio, entre el juicio severo y el cariño incondicional”, opina el escritor Eduardo Antonio Parra, una persona que tampoco escatima elogios para decir que Hiram Ruvalcaba “es uno de los narradores jóvenes mejor dotados para el género”.
ENTREVISTA EN VIDEO A HIRAM RUVALCABA
Este es uno de los libros editados por la UANL, con la comandancia de Antonio Ramos Revillas. Desde Días de whisky malo, de Daniel Salinas Basave, finalista del desaparecido Premio Gabriel García Márquez, que me recuerda Hiram, hasta otros libros premiados, la editorial es maravillosa.
“Me considero un lector de Julián, ahora es mi tutor en el FONCA. Padres sin hijos es una serie de cuentos, son ocho cuentos, en donde trato de explorar dos preguntas: ¿Qué significa ser padre? ¿Qué significa no ser padre? Esta segunda pregunta que parece una Perogrullada es la más profunda. Vivimos en país en donde la figura paterna está rodeada de respeto, pero el 40 por ciento de los mexicanos vive sin una figura paterna”, expresa Hiram Ruvalcaba en una entrevista por zoom.
“Los cuentos pretenden ser una búsqueda por esta figura un poco inasible, que es el padre fallido. La violencia de la familia, por ejemplo, en un padre feminicida, que trata de seguir en contacto con su hijo. La paternidad fallida se da porque los padres estamos acostumbrados a un mundo que ya no existe. El padre que le dice al niño vamos a conocer al bosque porque vas a conocer todas las cosas que conocí, pero el paisaje está plagado de aguacateras, que causan gran ecocidio”, dice Hiram.
“La llegada de los aguacates al sur de Jalisco resultó en una transformación espantosa para el paisaje. En el sur de Jalisco hay un gran socavón, es un problema hidrológico”, afirma.
“Es importante preocuparnos por la infancia. La infancia nos pertenece a todos. Los hijos son de los padres, pero como sociedad tenemos un compromiso con ellos”, expresa.
Los niños, dice Caetano Veloso, no son tan interesantes. Nos llaman la atención cuando nos imitan y uno tiene que guiarlos, para que transcurra su infancia con mucha armonía.
“Uno siempre trata de hacer lo mejor que pueda. Yo tengo un profundo problema con el sistema que nos rige, ahora los dos tenemos que trabajar y ya no existe una figura que reine y proteja a los infantes. Ahora que la pandemia ha lanzado sus zarpazos y el trabajo llega a tu hogar”, dice.
“Yo como padre entiendo que tengo que educar a mi hijo, a ciertas actividades de recreación y lo mismo piensa su madre y los niños son aburridos, como dice Caetano Veloso, porque creo que tratamos de imponer en ellos que son pequeños adultos”, agrega.
El libro Padres sin hijos está superado por la realidad, en vistas de que un hombre de California acaba de asesinar con saña a sus hijos. “Acabo de leer el caso hace unas horas y es espantoso. Hay cosas de las cuales no me atrevo a hablar en los textos y esta noticia me hizo pensar qué lleva a un hombre a hacerle eso a otro ser humano. Pensaba en La Hiena de Querétaro, que mató a sus hijos porque se estaba muriendo de hambre”, dice Ruvalcaba.
“No soy psicólogo, pero hay algo que sí quiero decir que estos padres violentos no son un caso especial. Un feminicida no es un monstruo que surgió loco y loco se va a morir”, afirma.
“El egoísmo es una de las razones por las cuales uno decide traer al mundo a otro ser, que igual ni quería venir. Antes de ser padre yo me planteé cuáles iban a ser las rutas para tratar de ser padre. Son cosas que deberíamos plantearnos antes de eso. En febrero mi hijo se enfermó y fueron dos semanas de infierno”, agrega.
“Hay que inculcar los valores que nosotros tratamos de poner en el planeta. Hay un cuento que se llama La compuerta número 12, de Baldomero Lillo, de este padre minero que tiene que llevarse a su hijo de ocho años a trabajar con él. A mí ese cuento me impresionó, porque me pareció una especie de vaticinio para los hijos de la clase social media baja, vivimos en una situación social donde estamos obligados a trabajar, las oportunidades son cada vez más escasas. Ese es uno de los horrores, que en el régimen capitalista, que quieren que todos trabajen, para que Jeff Bezos y Elon Musk viajen a Marte”, expresa.
Nacido en Zapotlán el Grande, pertenece a una tradición muy firme, aunque su gran mentor es Hugo Gutiérrez Vega, el enorme poeta.