Paloma Torres y El hilo de la tierra, en la Galería 526
Petates bordados y otros mosaicos en lana conforman el ambiente del “hilo de la tierra” en el Seminario de Cultura mexicana en Masaryk, junto a la Embajada de Cuba, en Polanco.
Ciudad de México, 24 de junio (MaremotoM).- Uno de los aspectos que mayormente sobresale en las esculturas de Paloma Torres (ciudad de México, 1960) es la variedad de materiales con los que trabaja. La artista se adentra en el reciclaje de fábricas como la lana o el petate y las conjunta a su ya increíble repertorio de piezas en barro.
La exposición se divide en dos partes, dos temas y dos aproximaciones. Primero, resaltan sus columnas de barro, ya no en secuencias de construcción basada en “churros”, como anteriormente las elaboraba, sino con una placa de barro cortada, curvada y acomodada en el fuste de la columna. Por otro lado, láminas en barro retratan mapas con texturas y trayectorias visualmente atrayentes y en un juego turbulento de relieves.
Otra dualidad de la muestra, es que la mitad se encuentra expuesta en el recinto interior, excelentemente iluminado, sin pedestales ni cédulas que distraigan la atención de la misma obra, y la otra parte nos conduce al jardín botánico del exterior, pleno de cactáceas y suculentas que sirven de perfecta escenografía para la exhibición de más columnas en barro.
Una novedosa faceta de la artista es su trabajo textil. Columnas en menor tamaño, tejidas en lana se posan sobre el suelo como estalagmitas que emergen de la tierra. Paneles entre vitrinas prensan otros telares en lana con diseños de grabados de Francisco Toledo que Paloma recopila del taller del maestro oaxaqueño.
Petates bordados y otros mosaicos en lana conforman el ambiente del “hilo de la tierra” en el Seminario de Cultura mexicana en Masaryk, junto a la Embajada de Cuba, en Polanco.