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Aquí se reconstruyen, a través de los testimonios en primera persona y de la correspondencia entre sus protagonistas, las vivencias de la artista mexicana durante su estancia en París; experiencias que determinaron las relaciones con sus coetáneos, su obra pictórica y el reconocimiento futuro, nacional e internacional, de Frida como artista. ENTREVISTA EN VIDEO.

Ciudad de México, 10 de junio (MaremotoM).- Hay un libro de Turner realmente atractivo, se trata de Frida en París, 1939, de Jaime Moreno Villarreal, uno de nuestros mejores escritores de arte, con ensayos sobre Diego Rivera y Rufino Tamayo, entre otros.

¿Hay algo nuevo para publicar en torno a Frida Kahlo? A lo mejor hay personas que saben casi todo de la vida y la obra de esta pintora (la más cara de México y un slogan sobre el feminismo que cada día se agiganta), pero pocos sabemos por ejemplo de su paso por la capital francesa, con el odio hacia André Bretón y su relación con Marcel Duchamp, con su viaje sola a París, cuando el 10 de marzo de 1939 se inauguró la exposición Mexique.

Para entonces Frida llevaba casi dos meses en la capital francesa, el tiempo suficiente para conocer de primera mano los círculos intelectuales de la ciudad, hacer nuevas amistades, consolidar algunas anteriores y avanzar en el proceso de ruptura con otras muchas.

Aquí se reconstruyen, a través de los testimonios en primera persona y de la correspondencia entre sus protagonistas, las vivencias de la artista mexicana durante su estancia en París; experiencias que determinaron las relaciones con sus coetáneos, su obra pictórica y el reconocimiento futuro, nacional e internacional, de Frida como artista.

ENTREVISTA EN VIDEO A JAIME MORENO VILLARREAL

“Frida tenía una fuerte disposición en contra de que su obra se recibiera en París como la obra de una artista naive. El gran pintor llamado naive era Henri Julien Félix Rousseau, que había influido mucho en pintores como Pablo Picasso y Diego Rivera apreciaba muchísimo a Rousseau, pero Frida se desmarcaba de ese tipo de pintura. A veces era considerada folclórica, a veces era vista como terriblista, en el sentido de las escenas de violencia que estaban en sus cuadros. Esa era la cuestión de la terribilidad de Frida que se relacionó en la prensa con la leyenda de los sacrificios humanos, el terrible derramamiento de sangre durante la Revolución Mexicana, que los mexicanos eran un pueblo violento”, dice Jaime Moreno Villarreal.

“Hubo una corriente que se llamó naive en la pintura mexicana, era vista como algo más artesanal, pero Frida no tiene que ver con eso. Kahlo es una artista que se constituye como otro de los grandes artistas del siglo XX como un personaje. Frida sabe que su rostro es una máscara. Que su ropa la hacen ver compleja y completa”, agrega.

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Un libro de Turner. Foto: Cortesía

¿Cómo se movía Frida Kahlo ante Marcel Duchamp, por ejemplo?

“Duchamp fue el gran aliado de Frida Kahlo en París. Lo que no fue Bretón, Duchamp lo colmó. La razón es lingüística. La lengua franca era el inglés, pero Bretón no. Fue otro de los grandes apoyadores de Frida como artista, al decirle que “no hay otra pintora que esté haciendo lo que estás haciendo”. Frida se va afirmando con los años, el éxito que tuvo en Nueva York la hace ir como una pintora completa en París, pero la detención de la obra en la aduana y que Diego no la haya acompañado a Francia, la hacía pensar que la estaba separando, que la quería tener lejos”, dice Jaime.

“Frida llega en un momento inestable a París, donde no sólo está dejando a Diego, sino a dos relaciones importantes que tenía en Nueva York. Frida era una mujer muy seductora, que atraía muchísimas pasiones. Al llegar a París, causa mucho revuelo y ella estaba acostumbrada a seducir y a escoger amantes. Eso implica una inestabilidad afectiva de la que no se sale indemne”, afirma.

Frida Kahlo en París
Su obra no tenía nada de naive. Foto: Cortesía

¿Qué caso tiene un libro más sobre Frida? En primer lugar, la estancia en París había sido poco estudiado y Jaime Moreno encontró mucho material inédito en el archivo. “A lo largo de mi investigación tuve noticias de más de 50 obras relacionadas con Frida Kahlo. Muchas son repetitivas, pero también encontré trabajos muy serios, donde se veían aspectos específicos que no habían sido iluminados. Si voy a escribir sobre Frida, tengo que descubrir algo en su obra, en su viaje, que no haya sido reseñado para no hacer un libro repetitivo. Me concentré mucho en la relación de Frida con André Bretón y con Marcel Duchamp”, expresa.

“Yo quise aproximarme a ella en la intimidad de una conversación entre amigos. Me enteré de cuestiones muy íntimas, en sus cartas y ese aspecto me parece que es novedoso”, agrega.

“Bretón sí afectó a Frida Kahlo en la novela Nadja, que no es propiamente una novela, pero Frida está relacionada con esa amante loca que tuvo André. Esa suerte de espejo entre Nadja y Frida la lleva a desarrollar su personaje de mujer hacia una búsqueda espiritual para saber quién es ella”, expresa el autor de este libro absolutamente interesante que nos agrega más información de esta pintora sugestiva y atrayente.

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