Su gran físico, su melena, su nariz de Cyrano de Bergerac y su seriedad melancólica lo hacen tremendamente lindo, pero también muy cercano.
Ciudad de México, 30 de julio (MaremotoM).- Un perfume para varones. Un caballo. Nubes grises y Adam Driver. Así es la nueva campaña publicitaria de Burberry Hero, una fragancia que a pesar de que es masculina ya tengo ganas de ir a comprarlo.
Así ha sido, casi demencial, las fotos de Mario Sorrenti que ayer se difundieron y ocasionaron una reacción viral de muchas damas del mundo y de distintas edades.
La firma británica de lujo tiene un gran ojo para fijarse en este actor de 37 años, con un abdomen muy bien formado y que es el nuevo galán dorado para la audiencia femenina, marcando un poco lo que es el estrellato hoy: no se trata de un Cary Grant o un Rock Hudson mostrando sus perfecciones detrás de una gran mentira, sino de este muchacho que en Paterson, de Jim Jarmusch, ya había demostrado que podía ser tan lindo como cualquier novio nuestro.
Su gran físico, su melena, su nariz de Cyrano de Bergerac y su seriedad melancólica lo hacen tremendamente lindo, pero también muy cercano.
La campaña publicitaria está conformada por unas imágenes a cargo del emblemático fotógrafo Mario Sorrenti y un videoclip a cargo del inglés, Jonathan Glazer. Las reacciones en Internet no se hicieron esperar y hubo una que fue particularmente graciosa: una mujer en el piso mostrando cuán mojada estaba después de ver los anuncios, mientras decía: Así quedé después de ver la nueva campaña de Adam Driver para Burberry.
Riccardo Tisci, el director creativo de la marca, detalló que esta campaña representa a un hombre en busca de libertad y transformación personal y se mostró orgulloso con el resultado final.
Es cierto, Adam Driver es la libertad misma. Y presenta a un hombre cargado de sensibilidad y cierto espíritu vulnerable. A pesar de que lo cosifiquemos, algo que no proponen las feministas, es un nuevo “príncipe azul” para quienes luchan por sus derechos y sueñan con la comprensión de un varón que se libera lejos del encierro del patriarcado.
Recientemente, en el Festival de Cannes, Adam Driver estuvo muy poco tiempo. Sólo un día y en la alfombra roja, al lado de una esplendorosa Marion Cotillard, se lo veía un poco incómodo. Claro que sacar una definición de algo que vemos rápido en la televisión no es muy edificante, sobre todo después de saber que fue precisamente él uno de los productores de Annette, de Leos Carax.
La película causó revuelo en la 74ta edición del Festival de Cine de Cannes, viniendo sobre todo de este director que siempre divide opiniones en el cine francés. Es un musical absurdo pero sincero de 140 minutos de elaborado melodrama, compuesto por Sparks (el dúo pop Ron y Russell Mael).
Luego de su corta visita en Francia, Driver voló a Ohio para volver al rodaje de White Noise,con Noah Baumbach.
Eric Kohn, de IndieWire, llamó a Driver “una fuerza desquiciada de la naturaleza” y así lo parece en cada película donde se presenta. La enviada por El Universal al Festival de Cannes, Alejandra Mussi, dijo que Annette sólo le pertenece a él. Es fuertísima su actuación en la película de Carax.
“Yo no me conozco. Me pierdo por completo en las minucias del cine, en los aspectos técnicos. No suelo analizar qué significa o qué representa la película para mí”, respondió en una entrevista a la agencia AP. Y es probablemente esa energía animal que ostenta y de la que hace cargo en cada escena, lo que nos tiene a todos locos.
“No tengo planes ni ningún interés necesariamente en volver a cantar en una película. Siempre me encanta en las películas. La gente canta en la vida real… pero no nos comunicamos a través de la canción. En cierto modo, se siente más apropiado. Hay algo más vulnerable en eso”, afirmó a AP.
Nació el 19 de noviembre de 1983 en San Diego. Fue el novio de Lena Dunham en la famosa serie Girls e hizo la obstaculizada película de Terry Gilliam El hombre que mató a Don Quijote (The Man Who Killed Don Quixote), como el increíble Sancho (aunque con su metro 89 no era nada fácil pensar en él como el acompañante o beso del caballero andante).
Cuando fue la historia del poeta William Carlos Williams (1883-1963) en Paterson, su actuación fue formidable. Claro, estaba Jim Jarmush en el medio, como el gran director que captó la atención para hacer una película sobre un vate microbusero que hacía letras sobre lo que le pasaba en ese momento.
“Miré muchísimo a Adam Driver, pensando entonces –y lo pienso ahora- que era un chico tan común como imprescindible. Formaba parte de esos hombres que son nuestros amigos, nuestro novio, que no tenía sentido preguntar si era guapo o no –este, definitivamente lo era, pero no era eso lo central en su personalidad-, sino ese ponerse frente a la cámara mostrando su vulnerabilidad, su estar en el mundo con más preguntas que respuestas, esos chicos que conocíamos y que tenían la misma perplejidad ante un universo que se nos iba revelando poco a poco y a veces, castigo a castigo”, escribí durante la reseña de Paterson.
En Star Wars hizo a Kylo Ren, de J.J.Abrams, trabajó en BlacKkKlansman, de Spike Lee, lo vimos en Historia de un matrimonio, junto a Scarlet Johansson y pronto lo veremos en The House of Gucci, junto a Lady Gaga y dirigido por Ridley Scott.
Scott, que este año también nos deleitará con la llegada de The Last Duel, que se presentará en la Bienal de Venecia en septiembre, narra el asesinato de Maurizio Gucci (Adam Driver), rico descendiente de la poderosa familia italiana, llevado a a cargo de su ex esposa Patrizia Reggiani (Lady Gaga) con la complicidad de Giuseppina Auriemma (Salma Hayek).
La película está escrita por Becky Johnston y Roberto Bentivegna, con la producción de Metro-Goldwyn-Mayer, Bron Creative y Scott Free Productions y la distribución de Universal Pictures para Italia. La realización, además de las estrellas antes mencionadas, cuenta con la participación de Jared Leto que presta su rostro a Paolo Gucci, Al Pacino que encarna a Aldo Gucci, Jeremy Irons que interpreta a Rodolfo Gucci y Camille Cottin (Paola Franchi).