Se va Zidane, pero su lugar en la historia no se va con él. Ya es una leyenda, ese calvo, zurdo y muy hábil, capaz de ganar un Mundial solo y de nunca ufanarse de su talento. Un crack, dentro y fuera de la cancha.
Ciudad de México, 1 de junio (MaremotoM).- Fue un jugador impresionante y uno de los entrenadores más exitosos de la historia del Real Madrid, pero Zinedine Zidane (de quien nos referimos) le dijo adiós (¿definitivamente?) al fútbol y anunció su retiro como entrenador, después de una segunda etapa en el equipo merengue, que no fue tan exitosa como la primera, pero en la que consiguió dos títulos locales.
El francés de origen argelino tuvo una carrera como jugador inolvidable, que se coronó en 1998 cuando logró con su selección la Copa del Mundo por única vez en la historia para Francia, ganándole a un Brasil que parecía invencible, con una actuación inolvidable. A esa altura ya había ganado todo con el Juventus italiano (Copa Intercontinental y Supercopa de Europa, además de dos scudettos) en una carrera que había empezado en Cannes y continuado en el Girondins de Bordeaux, donde ganaría su primer título internacional al lograr la Copa Intertoto europea en 1995.
En el 96 lo compró Juventus donde se consolidaría como un gran ídolo, con su calvicie brillante y su zurda mágica, conquistaría seis títulos (tres locales y tres internacionales) en cuatro años, pero en 2001 decide ir al Real Madrid, a pedido de su esposa española y allí completa su carrera de jugador, logrando otros seis títulos para su palmarés, incluyendo la Supercopa de Europa y la Copa Intercontinental. Tres veces balón de oro de FIFA decide dejar el fútbol luego de haber sido el mejor jugador del Mundial 2006 de Alemania, donde lo expulsaron en la final, por un famoso cabezazo al italiano Marco Matterazzi que había insultado a su familia. El campeón fue Italia en la serie de penales y Zidane quedó tan amargado con este incidente que no fue a recoger su medalla de subcampeón.
Dejó el fútbol, pero siguió ligado al Real Madrid, que en 2013 le dio la oportunidad de ser asistente del italiano Carlo Ancelotti, logrando primero la Copa del Rey y después la décima Copa de Europa de la historia del equipo español. Al otro año dirige la filial Real Madrid Castilla hasta 2016 que lo nombran para el primer equipo, reemplazando a Rafa Benítez.
En su primera temporada logra la undécima Copa de Europa y a la temporada siguiente hace casi un pleno ganando cuatro de la cinco competencias que disputó. Ganó la Liga Española, la Copa de Europa, la Supercopa de Europa y el Mundial de Clubes, solo perdió la Copa del Rey. No hay dos sin tres y en su tercera temporada logra su tercera Copa de Europa (Champions League) consecutiva, además de la Supercopa de España, Supercopa de Europa y el segundo Mundial de clubes.
También gana el premio a Mejor entrenador de Europa y allí decide su retiro el 31 de Mayo de 2018. 284 días después vuelve al Real Madrid, donde logra otra Liga y otra Supercopa de España, pero no logra títulos internacionales. Tenía un año más de contrato, pero decide retirarse del fútbol y dice que su adiós es definitivo, luego de salir segundo del Atlético de Madrid en la última liga.
Se va Zidane, pero su lugar en la historia no se va con él. Ya es una leyenda, ese calvo, zurdo y muy hábil, capaz de ganar un Mundial solo y de nunca ufanarse de su talento. Un crack, dentro y fuera de la cancha.